Último discurso de Juan Carlos Varela ante la Asamblea Nacional

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Mensaje a la Nación del Presidente de la República, Juan Carlos Varela, ante la Asamblea Nacional de Diputados

Inicio mi mensaje deseándole a todos los panameños y panameñas un venturoso año 2019, en unión familiar, en el que sus sueños y metas se hagan realidad.

Aprovecho la oportunidad para hacer un llamado a los representantes de los órganos del Estado, a los diputados y a las fuerzas políticas de nuestro país a que este año asumamos el compromiso para que nuestras diferencias, que se marcarán más con el inicio del proceso electoral, no se conviertan en indiferencia que nos impida seguir atendiendo las necesidades del pueblo panameño, que es por y para quien trabajamos.

Acatando el mandato constitucional, comparezco por última vez ante la Asamblea Nacional a rendir cuenta a la nación por los 54 meses de nuestra gestión. No soy ajeno a que la ciudadanía está cuestionando fuertemente a este órgano legislativo por la forma en que algunos de sus integrantes manejaron los recursos públicos asignados por la ley de presupuesto. Espero que esta legislatura sirva para que se puedan satisfacer las legítimas demandas ciudadanas de rendición de cuentas y transparencia.

En primera instancia doy gracias a Dios por darme la vida y la salud para dirigir a mi país en paz y al noble pueblo panameño por haberme permitido servirles.

Debo agradecer muy especialmente a mi esposa y a mis hijos por su apoyo durante estos cuatro años y medio, así como a mi equipo de trabajo por la dedicación y empeño para sacar adelante el Plan de Gobierno Panamá Primero.

La noche del 2 mayo de 2004, hace más de 14 años, cuando mi partido sufría una estrepitosa derrota, tomé la decisión de cambiar el rumbo de las cosas: transformar el partido para luego transformar el país. En esos esfuerzos me encontraba la noche del 24 de octubre de 2007 cuando perdí a mi madre, cargando el dolor de no haber podido despedirme de ella por estar en un acto con las juventudes del partido.

Hoy, en el servicio a mi pueblo, encuentro el amor que de niño recibí de ella y que me ha acompañado en cada paso.

Siempre lo he dicho, no crucé a la vida pública para hacer dinero, lo hice para hacer patria. Han sido 10 años de trabajo, junto a hombres y mujeres que creyeron que era posible hacer realidad el sueño de construir un mejor país.

El día de mi toma de posesión recordaba el anuario de mi madre en la Normal de Santiago. Allí ella le pedía a Dios que le permitiera ser una buena maestra, por eso, ese día, yo le pedí a ella que intercediera ante Él para que me ayudara a ser un buen Presidente y que la honestidad y sencillez de mi padre me acompañaran siempre.

Honrando la memoria de ambos y dando la cara a mi pueblo, me siento tranquilo por haber dado el mejor esfuerzo para llevar este hermoso país en paz, con transparencia, equidad y justicia social.

Ese 1 de julio de 2014 prometí iniciar de inmediato los trabajos para la renovación de la ciudad de Colón, implementar Techos de Esperanza, mejorar la seguridad, ampliar la beca universal y el programa 120/65, iniciar el programa Panamá Bilingüe, incrementar la producción agropecuaria, mejorar los salarios de los funcionarios públicos, recuperar el patrimonio de los panameños, descentralizar la administración del Estado, impulsar la sanidad básica, luchar contra la corrupción y fomentar la inversión extranjera.

No ha sido una tarea fácil, perfecta, ni exenta de tropiezos, pero Panamá ha avanzado sustancialmente en el cumplimiento de estos objetivos y por eso hoy puedo decir con la frente en alto: ¡Panamá, cumplimos!

La renovación de Colón es una realidad. Pido a sus residentes cuidar este gran proyecto. El 17 de enero recibiremos la línea 2 del Metro, que mejorará la calidad de vida de más de 500 mil panameños residentes en el sector Este. Panamá es un país mucho más seguro del que recibí en el 2014, en 54 meses de nuestra administración van 1,113 homicidios menos en comparación con la administración anterior, esto representa una disminución del 37%.

Panama Bilingüe avanza con fuerza en las escuelas públicas, Techos de Esperanza y los programas de vivienda que desarrollamos en conjunto con la empresa privada ya impactan la calidad de vida de decenas de miles de familias panameñas.

Producto de un gobierno honesto, hemos logrado muchos de los objetivos que nos trazamos sin aumentar un solo impuesto a los panameños.

Quiero hacer un especial agradecimiento a los 25 mil hombres y mujeres de la fuerza pública que hicieron posible tener un país más seguro, a los casi 40 mil trabajadores de la construcción que se encargaron de las obras del sector público y especialmente a los 6 mil trabajadores del metro que lograron que estuviera listo para la JMJ. A los 6 mil docentes de Panamá Bilingüe por aceptar el reto, los 200 mil servidores públicos que me acompañan en esta gestión y a los cientos de miles de trabajadores del sector privado que a diario mueven nuestra economía.

Señora Presidente de la Asamblea, Diputados:

Cumplí mi promesa de respetar el equilibro por el que el pueblo votó en el 2014. Me he comprometido desde el Ejecutivo a cambiar la política de ser un negocio a un servicio y a que nadie esté por encima de la ley.

Dentro de los límites constitucionales y la separación de los poderes hemos contribuido a combatir la impunidad. Aunque falta mucho por hacer, desde el Ejecutivo hemos avanzado en la construcción de una democracia funcional, pero para seguir cumpliendo con los justos reclamos del pueblo necesitamos una mayor voluntad del Órgano Legislativo y el Órgano Judicial.

He pagado un alto costo político por mantener la gobernabilidad. Con justa razón el pueblo reclama más transparencia en el manejo de los fondos de este Órgano del Estado y, sobre todo, pide mayor rendición de cuentas a los políticos que manejan dineros públicos del deporte panameño.

He respetado la separación de poderes, pero igualmente demando que se respete el mandato constitucional que recae sobre el Presidente de la República de ejercer las funciones inherentes a su cargo, incluyendo el nombramiento de altos funcionarios, algunos que por su trascendencia deben ser designados en períodos escalonados para evitar la concentración y abuso de poder. Ante ustedes y el país demando que la Asamblea Nacional cumpla con su obligación y se pronuncie sobre las designaciones enviadas por el Ejecutivo, para no trastocar el balance constitucional por intereses políticos.

Señor Magistrado Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Magistrados del Tribunal Electoral, Ministros, autoridades presentes, amigos e invitados especiales:

Sin duda quedan retos que debemos acometer para lograr el bienestar de las grandes mayorías y la consolidación de nuestro sistema democrático.

En materia de institucionalidad tenemos desafíos importantes por delante, como lograr una correcta, imparcial e íntegra administración de justicia, es uno de los retos fundamentales de este país. Desde el principio fue muy difícil convencer a profesionales idóneos y honestos que estuvieran dispuestos a cruzar a la vida pública para formar parte del Órgano Judicial, principalmente por el cuestionamiento a este órgano del Estado.

Resolver las dificultades que enfrenta la Caja de Seguro Social que le impide ofrecer un servicio adecuado, a tiempo y con los medicamentos necesarios, así como garantizar el sistema de pensiones y jubilaciones, es un tema que con mucha responsabilidad tenemos que seguir trabajando y debe contar con la participación objetiva de todos los sectores, con visión de futuro y sin intereses mezquinos.

El ambiente político, mediático y los ataques constantes han creado en muchos panameños un sentimiento negativo sobre el camino que lleva el país; pero les digo, tenemos muchas razones para tener fe en nuestro futuro y la principal de ellas son ustedes, porque son un pueblo noble, sano y trabajador, no se dejen robar la tranquilidad ni las esperanzas.

Aún con la situación económica compleja de la región y el mundo, del aumento drástico de la producción de drogas en Colombia, de las crisis migratorias, de las situaciones complejas que enfrentamos, Panamá es uno de los países con la economía más estable y más seguro de la región.

Panamá se mantiene como una de las economías más dinámicas en la región. El 2018 cerramos con un 4.3% de crecimiento y la proyección hacia el 2019 es de un 6.3%, nuestro crecimiento promedio en los últimos 4 años ha sido de 5% comparado con un 0.4% de la región.

Creamos las condiciones para atraer más de 20 mil millones de dólares de inversión extranjera y el Estado ha destinado 21 mil millones de dólares en inversión social que incluye proyectos de infraestructura necesarios para el país, generando empleo y manteniendo la estabilidad de la economía.

Mejoramos las condiciones de los funcionarios públicos, les devolvimos la estabilidad y se les ajustaron los salarios.

Hemos sentado las bases para que el año 2019 sea un gran año para Panamá, con el impulso que le hemos dado al turismo estoy convencido de que llegaremos a la meta de 3 millones de visitas. Con la llegada de miles de peregrinos, la Jornada Mundial de la Juventud será la plataforma ideal para enseñarle al mundo el Panamá abierto, conectado y global que somos.

La culminación del nuevo Centro de Convenciones y el Puerto de Cruceros de Amador, la inversión en publicidad y promoción en manos de la empresa privada y una política migratoria que promueve el Turismo, especialmente el de compras y el enfoque a nuevos mercados de Asia y Europa mejora la perspectiva de esta industria.

Continuando con la incorporación de tecnología de punta y cámaras de video vigilancia para mejorar la seguridad del país, en enero inauguraremos en la ciudad de Panamá el Centro Interagencial de Seguridad y Emergencia C-5, que complementará el C-2 que ya estamos utilizando en Colón.

A partir de este año 2019 tendremos importantes proyectos para nuestra economía, en febrero presenciaremos el inicio de producción y exportación de cobre de Minera Panamá, que por sí solo traerá un crecimiento superior al 2% a nuestra economía y la reactivación de la producción y exportación de banano en Puerto Armuelles.

Recibiremos las propuestas y adjudicaremos la construcción de línea 3 del metro hacia Arraiján y daremos inicio a la construcción del cuarto puente sobre el Canal de Panamá, generando nuevos empleos que impulsarán la reactivación de la economía.

En marzo inicia operaciones el Instituto Técnico Superior Especializado que beneficiará a miles de jóvenes con una nueva oferta educativa técnica y bilingüe.

Este año 2019 también seremos testigos de la entrega de miles de kilómetros de carreteras en todo el país; del avance importante de los proyectos de sanidad básica y de la conclusión de importantes proyectos de infraestructura de educación y salud pública, así como el inicio de necesarias obras como el Hospital Oncológico y el Hospital de Penonomé.

En abril inauguraremos, a pesar de todos los problemas heredados y a las adaptaciones necesarias para que sea más eficiente, el nuevo Aeropuerto de Tocumen.

En los próximos meses recibiré los estudios del tren Panamá-David, un sueño de Belisario Porras, que retomamos cien años después; esta obra impulsaría el crecimiento de nuestras provincias y del país, por ello espero que los futuros dirigentes lo tomen, lo hagan realidad pensando siempre en Panamá primero.

La consolidación de nuestra política exterior estrechando lazos de amistad y cooperación con países importantes de Asia, África y Medio Oriente ampliará los mercados para los empresarios y productores panameños.

En el 2017 crucé el Océano Pacífico para izar por primera vez la bandera panameña en nuestra Embajada en China, recordando las palabras del poeta Ignacio Valdés que dicen: “Las estrellas que en ti lucen, nos enseñan el camino que conduce a tu destino donde serás siempre inmortal”. Esta fue una decisión de Estado tomada con transparencia, pensando siempre en los mejores intereses de la nación y de las futuras generaciones; decisión que otros gobernantes no quisieron tomar por intereses políticos y personales.
Es innegable que el establecimiento que las nuevas relaciones diplomáticas traerán inversión, empleo, crecimiento económico, turismo, intercambio cultural y bienestar para los panameños y que nos toca ser defensores de nuestros intereses igual que ante cualquier otra potencia mundial con la que mantenemos vínculos diplomáticos, políticos y comerciales.
Señoras y señores, pueblo panameño, amigos todos:

Al finalizar mi mandato dejaremos nuevos conceptos y proyectos con visión de estado: Panamá Bilingüe, Techos de Esperanza, Sanidad Básica, Fuerza de Tarea Conjunta, Operación Escudo y Relámpago, Descentralización, Censo de Salud, 120/65, Beca Universal fortalecida y ampliada a los colegios privados, Copa Presidente, Renovación Colón y Colón Puerto Libre, entre otros.

Todas estas son conquistas del pueblo que deben ser defendidas, porque con ellas hemos hecho justicia social a los más humildes, llevando equidad a la educación, seguridad a los pueblos y barrios; democracia participativa y autonomía a los corregimientos y municipios; deportes entre nuestros jóvenes; salud y vivienda decente para los panameños.

Durante cuatro años y medio libramos una dura batalla contra la corrupción para cumplir con mi promesa de que en este país nadie estaría por encima de la ley, por ello, y a pesar de las dificultades que esto ha significado política y personalmente, se presentaron las denuncias que correspondían, con el objeto de recuperar los dineros que pertenecían al pueblo panameño.

La recuperación de estos recursos nos permitió hacer justicia a 600 mil panameños con la devolución, a través del CEPADEM, de los décimos tercer mes que les fueron arrebatados por los gobiernos de la dictadura. Por primera vez no sólo se recuperan los fondos del pueblo si no que fueron devueltos, y ya han sido cambiado más de 200 millones de balboas.

Mi gobierno ha licitado con transparencia obras por más de 16 mil millones de dólares, con un incremento porcentual importante de la inversión en las provincias y las comarcas del país y ha culminado obras de transición por más de 5 mil millones de dólares.

Como lo he dicho en ocasiones anteriores, junto al equipo que me acompañó en la planificación, licitación, adjudicación y ejecución de estos proyectos, somos y seremos responsables por la transparencia con la que realizamos estas inversiones porque son los intereses del pueblo panameño.

Aunque falta camino por recorrer si no hubiera iniciado el proceso de reformas políticas, lucha contra la corrupción, avanzar en la educación técnica y bilingüe, abrir nuevos horizontes y relaciones diplomáticas, recuperado fondos que invertimos en seguridad, transformado nuestro sistema legal y financiero, Panamá se habría quedado atrás y no estaría en la posición de liderazgo regional que hoy tiene.

Lo más importante es que disfrutamos de un país en paz, con crecimiento económico estable y con cientos de miles de familias, que sin distingo de partidos han sido impactadas positivamente por nuestros proyectos sociales.

Ordenar el país, desmantelar una estructura delincuencial, enfrentar ataques de medios con indicios de estar vinculados a casos de corrupción, consumió más energía que lo que pensamos sería necesaria, por ello no sentí que el ambiente era propicio para cumplir con la promesa de darle al pueblo una nueva Constitución a través la constituyente paralela.

Pero como demócrata creo firmemente que esa decisión está en manos del pueblo.

Por eso anuncio al país que estaremos entregando el día de hoy a los Magistrados del Tribunal Electoral esta nota mediante la cual les consulto la viabilidad de incluir una quinta papeleta para que el pueblo decida si las reformas constitucionales necesarias se hacen a través de una asamblea constituyente paralela, una originaria o por la vía de reformas tradicionales mediante dos asambleas.

El poder supremo lo tiene el pueblo, que el pueblo decida y que sea la voz del pueblo la que escoja el camino para seguir enrumbando por las vías del progreso, la paz y la equidad a esta gran nación y lo ideal sería que lo haga el 5 de mayo de 2019.

Antes de finalizar mi mensaje deseo compartir con diversos actores de la vida pública algunas reflexiones:

Hago un reconocimiento a los periodistas que con su labor crítica y de investigación han ejercido profesionalmente su oficio. Les agradezco porque con su noble profesión ayudaron a cuidar el patrimonio del pueblo y con ello han hecho gala de los principios que guían la profesión.

Al sector privado, lo invito a mantener la confianza en el país, continúen con optimismo invirtiendo en Panamá, para que siga creciendo para beneficio de todos.

A los productores les digo: con diálogo hemos podido invertir más de 900 millones en el sector y recuperamos el crecimiento. No permitamos que la política, los partidos o la campaña nos divida. Sigamos enfrentando los retos juntos para fortalecer las políticas de Estado en favor del sector.

Panamá no se merece escenas como las que vimos semanas atrás, con ministros, cuya integridad física estuvo amenazada, y con productores respondiendo por acciones que pudieron haber violentado las leyes del país
Señores diputados, así como pudimos dejar de lado las diferencias y llegar a consensos para aprobar importantes leyes como la descentralización y las reformas electorales que están llevando al país a una elección más transparente y menos traumática, les pido que sigamos trabajando estos meses unidos en beneficio de Panamá y la modernización de nuestro sistema democrático.

En 6 meses dejaré el cargo más alto que puede ocupar un ciudadano de este país y pasaré a ser un ciudadano más, uno que siempre será leal al Estado, dispuesto a rendir cuentas por las batallas libradas a favor de la patria y listo para acometer las luchas que sean necesarias para seguir construyendo esta hermosa nación.

Estoy con ustedes y aquí estaré siempre con la frente en alto, porque he trabajado con honestidad, dedicación y entrega para cumplir con el pueblo panameño.

El 5 de mayo el soberano escogerá a su nuevo presidente, al cual le tocará continuar la lucha contra el crimen organizado, la corrupción y seguir mejorando los servicios básicos a la población; para conseguir el voto, el pueblo no se merece una campaña de desprestigio si no de propuestas que permitan a Panamá seguir avanzando.

En mi caso, estaré en paz conmigo, con Dios y con el pueblo, por haber cumplido gran parte de mis promesas de campaña, haber gobernado en paz y nunca haberle puesto etiqueta política a la ayuda social, pero sobre todo por haber permitido una elección justa, democrática y transparente, una elección muy diferente a aquella en la que yo participé.

Con la satisfacción del deber cumplido podré ver a mi pueblo de frente y seguir siempre, como hacía de niño en mi escuela, jurando lealtad a la bandera y cantando con orgullo la estrofa del himno de mi colegio que dice: “Patria mía, eres centro del mundo, un gigante de ti voy a hacer con mi lucha tenaz cada día, con mi amor, con mi ciencia y mi fe”.

Muchas gracias.

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