Universitarios e intelectuales, Pronunciamiento sobre Venezuela

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Sobre Venezuela

Nos dominan más por la ignorancia que por la fuerza.
Simón Bolívar

Los abajo firmantes rechazamos el involucramiento de Panamá en el Grupo de Lima, no representativo de la OEA, que abanica los planes intervencionistas de Estados Unidos en los asuntos internos y externos de Venezuela.

Exigimos que Panamá se retire de dicho Grupo y abjure de ese indigno compromiso que rechazamos porque está de espaldas a nuestros intereses nacionales, al Derecho Internacional, a la Historia y al rol que nos toca jugar más allá del Tratado de Neutralidad.

La legitimidad del gobierno de Venezuela es asunto que compete exclusivamente a su pueblo según su Constitución Nacional y conforme a la Carta de la OEA, la Carta de la ONU y el Derecho Internacional.

Citemos el Artículo 19 de la Carta de la OEA:

‘Artículo 19: Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho de intervenir, directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro. El principio anterior excluye no solamente la fuerza armada, sino también cualquier otra forma de injerencia o de tendencia atentatoria de la personalidad del Estado, de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen’.

El gobierno de Panamá ha tomado una decisión inconsulta e inconstitucional porque el Órgano Legislativo es el único competente para decidir si nuestro pueblo desea participar o no en conflictos bélicos internacionales. El Órgano Ejecutivo solamente está facultado para declarar la paz. El Artículo 4 de nuestra Carta Magna obliga a Panamá a acatar las normas del Derecho Internacional, la más importante de las cuales es la NO INTERVENCION en los asuntos internos de cada Estado.

La participación de Panamá (país sin ejército) en acciones bélicas, salvo en legítima defensa o protección del Canal, no está permitida a nuestro país por el régimen jurídico de la neutralidad al margen del Tratado perpetuo de 1977.

Los panameños no olvidamos que fue precisamente la intervención de la OEA en asuntos internos y externos de Panamá en mayo de 1989 la que abrió el camino de las sanciones, la desestabilización, la intervención y la invasión de EE.UU. a nuestro país el 20 de Diciembre de 1989, que nos dejó decenas de miles de muertos y heridos además de incalculables perjuicios materiales y económicos. Dicha invasión nos concita a rechazar toda agresión armada en la región.

El gobierno de Panamá nos aparta de nuestro rol como país neutral, cuyo deber es apoyar la paz y la seguridad internacionales y no ser cómplices del régimen más violento y agresivo del mundo, dado que la intervención en Venezuela puede ocasionar una guerra mundial o nuclear que destruiría al planeta.
El Consejo de Seguridad de la ONU ratificó por mayoría que la no intervención, el diálogo, la concertación y la paz entre venezolanos — sin descartar mediaciones internacionales – es el único camino para abordar legítimamente los problemas de Venezuela.

Estados Unidos interviene en asuntos del país bolivariano y la bloquea por múltiples canales comerciales, económicos, financieros, monetarios y diplomáticos y, en forma por demás ilegal, expropia y se apropia de miles de millones de dólares de PDVSA, ordenando a otros países (la Unión Europea) a cautelar el oro y activos venezolanos bajo un régimen ilegal de sanciones que el Consejo de Seguridad de la ONU no aprueba.

En esas condiciones de asfixia económica, artificialmente producida, ¿cómo no habría una “crisis humanitaria”? Frente a la escasez inducida, los poderes de Washington pretenden invocar otra falsa “responsabilidad internacional de proteger” al pueblo de Venezuela para edulcorar una inadmisible agresión.

Exhortamos respetuosamente al gobierno de Venezuela a solicitar una Opinión Consultiva a la Corte Internacional de Justicia de La Haya — conciencia jurídica del planeta — para que responda si las intervenciones de Estados Unidos y el Grupo de Lima violan o no el Derecho Internacional.

Estados Unidos pretende dividir al mundo en dos campos: uno, liderado por dicha superpotencia; y el otro, sometido al primero, cuyos países deben ser saqueados y destruidos, sin soberanía ni posibilidades de salvación nacional. Nuestro país, incluido el Canal, está condenado al segundo grupo.
Los regímenes beneficiarios de la invasión a Panamá (1989-2019) han suscrito diversos acuerdos con Estados Unidos (Salas-Becker) que la Asamblea Nacional jamás aprobó y que nuestro pueblo desconoce. Dichos acuerdos nos mantienen atados a la carreta del imperialismo, nos convierten permanentemente en país ocupado y nos hacen cómplices de sus fechorías. En consecuencia, reiteramos nuestra convicción de que los acuerdos post invasión son inconstitucionales, jurídicamente nulos y los rechazamos.

A estos acuerdos se suman los vergonzosos e ilegales manejos entre el Comando Sur y el Órgano Ejecutivo Nacional para operaciones militares en nuestro territorio (Darién) de cara a Venezuela que violan nuestra soberanía y el Tratado de Neutralidad.

Repudiamos la reciente orden de Washington para que Panamá expulse a Irán de nuestra Marina Mercante y tome acciones contra dicho país, lo cual revela la ninguna neutralidad de Panamá y el Canal y nuestra total falta de independencia.

Rechazamos tajantemente la violación rampante de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas en virtud de la bienvenida del gobierno nacional a la ilegítima representante del autodesignado presidente (títere) repudiado por el Consejo de Seguridad de la ONU, así como la participación ilegal de la embajada de Estados Unidos y ciudadanos extranjeros en manifestaciones públicas contra el pueblo de Venezuela.

Afirmamos que el actual gobierno de Panamá no nos representa y que ha perdido toda legitimidad; que debe adoptar una política exterior independiente y participar en la solución pacífica y negociada que respete la soberanía de Venezuela.

Abogamos porque se le abra paso a un gobierno independiente que defienda los derechos históricos y soberanos de nuestro pueblo y consagre nuestro rol universal como Zona de Paz y libre de armas nucleares.

¡POR UN PANAMA NEUTRAL, INSUMISO Y SOBERANO!

FIRMAS:
1. Julio Yao, Analista Internacional, ex Agente de Panamá ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, Universidad de Panamá (UP).
2. Juan Carlos Mas, médico, CONADESOPAZ, UP.
3. Marco A. Gandásegui, sociólogo, CELA, UP.
4. Anayansi Turner, docente, Facultad de Derecho, UP.
5. Leopoldo Santamaría, médico patólogo.
6. Guillermo Pérez Silva, médico.
7. Nils Castro, analista político.
8. Olmedo Beluche, sociólogo, UP.
9. Alma Montenegro de Fletcher, Comité Panameño “Salida de Bolivia al Mar”, ex Procuradora General de la Administración, UP.
10. Walid Zayed, Coordinadora Palestina para Latinoamérica y el Caribe (COPLAC).
11. Rebeca Yanis Orobio, Socióloga, Docente y Dirigente de ASSEUP, UP.
12. Jorge González, Movimiento Patria, UP.
13. Roberto Montañez, Analista Internacional, UP.
14. Julio Bermúdez Valdés, periodista.
15. Gisela Pérez Polo, Administradora de Empresas, ex Coordinadora de Alianza Estratégica Nacional.
16. Franklin Ledezma Candanedo, periodista y escritor, Asociación Americana de Periodistas Bolivarianos, Red Bolivariana “Victoriano Lorenzo”, Comisión Anti Bélica de Panamá.
17. Manuel F. Zarate P., Ambientalista y analista político.
18. Juan Carlos Calzadilla, ingeniero.
19. Gilberto Solís, Movimiento de la Juventud Popular, Facultad de Derecho, UP.
20. Moisés Carrasquilla, Coordinador del Partido del Pueblo.
21. César Barsallo, activista ambiental y comunal.
22. Miguel Ramos, economista.
23. César Del Vasto, historiador.
24. Trinidad Ayola, Ingeniera Civil, AFAC 20 de diciembre.
25. Amparo Testa, Profesora de Relaciones Internacionales, UP.
26. Otto Ríos, abogado.
27. Cecilio Simons, Bayano Digital, docente universitario, UP.
28. José De la Rosa Castillo, Bayano Digital, profesor de Relaciones Internacionales, UP.
29. Celia Sanjur, socióloga y periodista.
30. María Muñoz, Coordinadora Campesina por la Vida
31. Roberto Bruneau, pastor, Defensor de Derechos Humanos.
32. Francisco Herrera, docente universitario de Historia y Antropología.
33. Moravia Ochoa, poeta.
34. Consuelo Thomas, escritora.

ADHESIONES INTERNACIONALES:
Stella Calloni – periodista, escritora, presidenta del Frente de Comunicadores Sociales por la libre Expresión de los Pueblos y otros organismos humanitarios, Argentina.
Olga Benário De Sousa Pinheiro – Liga Latinoamericana Los Irredentos.
Pablo Ruiz Espinoza – periodista, School of the America’s Watch (SOAW), Chile.
Robert Austin – Profesor, Departamento de Historia, Universidad de Sidney Australia.
Winston Worrillo – poeta, Premio Nacional de Cultura, Perú.

 

 
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